Seguridad ambiental en la minería: entre la legalidad y la informalidad

Foto: Iván Castaneira

La minería es una actividad que transforma paisajes, economías y comunidades. Pero también deja huellas en el medioambiente. La minería legal tiene normas que buscan reducir el impacto ambiental, pero la minería ilegal opera sin controles y puede causar graves daños. En este contexto, la Iniciativa para la Transparencia de las Industrias Extractivas (EITI) se convierte en un aliado clave para fortalecer la seguridad ambiental.

Minería legal vs. ilegal: la gran brecha ambiental

La minería legal debe cumplir con estudios de impacto ambiental, planes de manejo y procesos de restauración. En cambio, la minería ilegal avanza sin regulación, dejando suelos contaminados, ríos envenenados con mercurio y ecosistemas destruidos. Según el Segundo Informe EITI Ecuador, una de las principales preocupaciones es la falta de trazabilidad de los ingresos y regulaciones efectivas para la minería informal.

El impacto ambiental de la minería ilegal se traduce en:

  • Contaminación de fuentes de agua por mercurio y cianuro. En Ecuador, se estima que la minería ilegal genera más de 30 toneladas de mercurio al año, contaminando ríos y afectando a más de 100,000 personas.
  • Deforestación masiva en zonas biodiversas. Se calcula que más de 2,000 hectáreas de bosques han sido destruidas por minería ilegal en la Amazonía ecuatoriana.
  • Pérdida de suelos fértiles y erosiones severas, impactando la producción agrícola local.
  • Alteración de ecosistemas y desplazamiento de especies, afectando la biodiversidad de reservas naturales.

¿Cómo contribuye EITI a la seguridad ambiental?

  1. Transparencia en permisos y regulaciones: EITI promueve la publicación de datos sobre concesiones mineras y su impacto ambiental, permitiendo identificar operaciones ilegales y riesgos ambientales.
  2. Monitoreo de ingresos: En 2023, los ingresos del sector minero en Ecuador alcanzaron los $3,324 millones. Saber cuánto dinero genera la minería legal ayuda a exigir que esos recursos financien proyectos ambientales, como restauración de áreas degradadas y protección de fuentes de agua.
  3. Información accesible: Con datos abiertos, las comunidades pueden vigilar y denunciar malas prácticas ambientales.
  4. Participación ciudadana: La sociedad civil juega un papel crucial en la supervisión del sector minero. El Grupo Multi Partícipe de EITI Ecuador permite que diferentes actores discutan los impactos ambientales y sociales de la minería.

Seguridad ambiental y transparencia deben ir de la mano. Sin datos claros, es difícil saber quién cumple las reglas y quién no. EITI ayuda a cerrar esta brecha, promoviendo una minería responsable y sostenible.