Para muchos, la minería representa un riesgo ambiental y social. Para otros, es una oportunidad de desarrollo. Pero ¿puede existir una minería que beneficie a todos? La clave está en la transparencia y la buena gobernanza, dos principios que impulsa la Iniciativa para la Transparencia de las Industrias Extractivas (EITI).
¿Cómo la minería puede generar desarrollo?
- Empleo y economía: Si se gestiona bien, la minería puede generar empleos estables y dinamizar economías locales. En 2023, la minería representó el 1.1% del PIB ecuatoriano y generó más de 50,000 empleos directos e indirectos.
- Inversión en infraestructura: Parte de los ingresos mineros pueden financiar carreteras, escuelas y hospitales. En los últimos cinco años, las regalías mineras han aportado más de $1,200 millones para obras públicas en Ecuador.
- Desarrollo sostenible: Con regulaciones adecuadas y proyectos responsables, la minería puede convivir con otras actividades económicas sin destruir ecosistemas.
- Transferencias a gobiernos locales: Un porcentaje de los ingresos mineros se destina a municipios y provincias. En 2023, las transferencias subnacionales del sector extractivo superaron los $150 millones.
- Impulso a tecnologías limpias: Empresas mineras han comenzado a implementar prácticas de minería verde y reducción de huella de carbono, contribuyendo a un modelo más sostenible.
El papel de EITI en esta ecuación
EITI ayuda a velar porque los beneficios de la minería se distribuyan de manera justa. Al transparentar ingresos, contratos y regulaciones, permite que las comunidades exijan mejores condiciones y eviten los abusos.
La minería responsable puede ser una fuente de desarrollo, pero solo si se gestiona con transparencia, participación ciudadana y buenas prácticas ambientales.
Por eso es necesario abrir una discusión amplia y contextualizada de nuestros recursos naturales. Una discusión que tome sentidos y formas en el tiempo. Una discusión que se institucionalice en políticas públicas, normativas de cumplimiento obligatorio, rendición de cuentas, datos abiertos e interoperables y ganancias que no se vuelvan pérdidas de nuestra naturaleza, pueblos y comunidades en el futuro.
